jueves, 16 de octubre de 2008

Hasta siempre, Alton

Echando la vista atrás unos días, apenas puedo aun creérmelo. Como amante de la música jamaicana es una de las noticias más tristes que he recibido nunca. Sí, no es el primer artista antillano que fallece, pero por alguna razón ha sido el que más hondo me ha llegado. No lo podía creer, Alton Ellis había muerto, el cáncer se lo había llevado, como a tantos otros grandes, Jackie Mittoo, incluso al mismo Marley... Había ganado la primera batalla a principios de año, pero no pudo ganar la guerra.

Alton Ellis fue para mi uno de esos artistas que descubres poco a poco, no fue ningún flechazo, pero cuando me quise dar cuenta, era una de las piedras angulares entre mis discos predilectos. Cálido, elegante, todo eso que dicen que tiene el rocksteady salía de su garganta con una facilidad pasmosa, hechizante... de mi cabeza sólo salen adjetivos para alabar al que para mi ha sido uno de los más grandes de todos los tiempos. Y de sus directos, qué decir de sus directos. Todos a los que tuve la enorme suerte e inmenso placer de asistir, los tengo guardados como unos de los mejores momentos que haya pasado nunca. Era capaz de llenar todo el escenario sólo con su sombrero y su voz, a ritmo de rocksteady, con una enorme sonrisa en la boca, disfrutando él más que todos los asistentes juntos, y yo con él. Sí, Alton conseguía esa complicidad con su público, que te hacía pensar que estaba ahí subido sólo para ti.

Apenas hace año y medio desde el último directo suyo al que asistí, en Getxo. Aquella noche fue memorable, me pasé casi dos horas subido en una valla, en primera fila, chillando los temas como un poseso como un hooligan cualquiera, gritando piropos varios entre tema y tema -Alton, you're greater than greatest, y cosas así-, sacándole más de una sonrisa cómplice. Sonrisas que si aquel día tenían valor para mí, hoy valen oro. Aquella sofocante noche de verano me dejé la voz y el corazón, igual que Alton.

Pero se ha ido. Ya no está. El más grande ha dejado un hueco tan enorme como él. Dicen que siempre nos quedarán sus discos, sus actuaciones, su recuerdo. Pero eso no llenará nunca el vacío que ha dejado en un escenario. Ni el que ha dejado en mi mismo. Hasta siempre, Alton. Te echare de menos.



"Me has hecho tan feliz"